¿Por qué decidí estudiar medicina?



El médico que no entiende de almas, no entenderá cuerpos.” (José Narosky)

Es una pregunta que básicamente a cualquier estudiante de medicina le harán en algún momento, por lo que a continuación les contaré como fue mi proceso para hacer la elección de esta carrera.

La sociedad en general tiene una idea quizá muy estereotípica del estudiante de medicina, e incluso los mismos aspirantes a la carrera; ayudar a las personas, prestigio, por ser muy inteligente e incluso para descubrir la cura del cáncer, y aunque también hay individuos que ingresaron por estas razones y las cuales son muy válidas, a mi parecer es un pensamiento algo limitado, al fin y al cabo todas las personas son un mundo diferente.

Para poner algo de contexto en lo que fue mi elección de esta carrera, iniciaré desde las que fueron mis otras opciones y esto se remonta a mi niñez; después de todo, es ahi cuando todos comenzamos con diversas ideas acerca sobre qué nos gustaría ser en la vida. 
En mi etapa de pre-escolar mi idea era sobre convertirme en paleontólogo, descubrir fósiles y cosas antiguas me parecía fascinante, aunado a que siempre he sentido un gusto particular por la historia; después, en primaria, no tuve una idea muy concreta, pero me llamaba la atención bastante la gastronomía, por lo que decía que quería ser chef. 


Para ampliar un poco más el contexto, se puede decir que siempre fui (y quízá hasta ahora), alguien a quien le preocupa mucho el ámbito académico; era el niño “nerd”, tenía buenas calificaciones, era reconocido tanto por esas buenas notas, me echaban carrilla (ahora más conocido como bullying), y no faltaban los comentarios de “eres muy inteligente, deberías estudiar medicina; esto último, se acentuó más en la secundaria, por lo que en realidad lo empecé a ver como una opción, y sinceramente no me desagraba, ya que otro de mis gustos era (es) la ciencia y la tecnología, sin embargo, en ese momento aún lo veía poco claro.

En la preparatoria me fui informando cada vez más acerca de la carrera, al punto de decir que estaba casi decidido a que esa sería mi opción; entonces llegó una oportunidad llamada “Beca Talento” de la cual bien y podría hacer otro blog con esa experiencia, pero básicamente era una beca en la que además del dinero, se ofrecía un curso el cual consistía en dar un panorama de las carreras de ciencia para encaminar al futuro de México a esa área. Ahí, fue cuando vi otras opciones de carrera, y pues como decían bastante que sería bueno que estudiáramos una de esas carreras, fue cuando QFB entró en mis opciones, y un poco Ingeniería Química.

Química, sonaba interesante

Ahora se preguntarán, qué carajo es QFB; Químico Farmacéutico Biólogo, una carrera que solo existe en México y algunos otros países; en otros, simplemente son carreras separadas.
 

En este punto de mi vida, ya tenía más opciones además de medicina, por lo que entré en una clase de conflicto. Cabe mencionar que los test de orientación vocacional y la clase de ese estilo que llevaba en la preparatoria no ayudaba mucho a tomar mi decisión pues salían las mismas opciones que yo ya tenía en mente y una que otra más random. Por azares de la vida y precisamente para cumplir con la expectativa de “ser el futuro de México”, terminé escogiendo QFB.

El caso es que cuando el momento llego, realicé el trámite correspondiente a la Universidad de Guadalajara, meses después de prepárame llegó la fecha del examen de admisión y lo hice. Algunos meses más tarde, salió el dictamen y resultó que había ingresado, en ese momento me sentí como dicen por ahí muy “X”, creo que lo que me causó más felicidad fue que mi puntaje fue más que suficiente para haber entrado a medicina, claro, si lo hubiera hecho.

Como me gustaría guardar para un #StoryTiime mi experiencia en QFB, por ahora me limitaré a decir que al finalizar el primer semestre de la licenciatura, me sentía insatisfecho, incompleto, no realizado, y con dudas existenciales y sobre mi futuro.

A comienzos del segundo semestre, me comencé a informar más acerca de lo que podría hacer como QFB y que más podía esperar si seguía estudiando eso; pregunté con mi tutora, con maestros, con graduados hasta que tuve la oportunidad de hablar con el padre de una amiga, que precisamente es QFB; aunque todo fue por mensaje, me ayudó bastante, respondiendo cordial y amablemente, me explico como fue que el creció como QFB y en lo que consistía su trabajo, todo me lo decía de una forma espectacular, maravillas de la carrera. Fue en ese momento que comprendí que yo no hablaba con ese ánimo acerca de lo que estaba estudiando, por lo que tomé la decisión de darme de baja. Ciertamente fue difícil, pues ya había hecho amigos y ya estaba algo adaptado al ambiente, pero tenía que continuar con lo que en realidad quería ser en la vida, y sí, en efecto era estudiar Medicina.

Realicé el trámite para darme de baja, inicie de nuevo el proceso de admisión a la Universidad de Guadalajara, apliqué el examen, y una vez más, ingresé en la Universidad, con la diferencia, que esta vez cuándo vi el dictamen, me sentí feliz y emocionado.

Parece que me alejé mucho del tema original, pero creo que era necesario. Al final de cuentas puedo resumir que las razones por las cuales quise estudiar medicina fue por gusto a las ciencias biológicas, por el descubrimiento, por ego, un poco de influencia, por el reto que implica, por superación personal, para ayudar a las personas y porque simplemente tenía el sentir de hacerlo, y justo ahora les puedo decir que en este primero año que llevo completado, a pesar de las dificultades y todo el esfuerzo que implica, he sido feliz.

Si han llegado hasta aquí, les agradezco y espero les sirva, y si se encuentran en el proceso de escoger lo que quieran estudiar o ya estudian algo y no estén conformes, reflexionan y realicen un autoanálisis para que tengan una eleccién que los haga felices.

Dr. M.

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